“MUY RESPETABLE GRAN LOGIA DE ANTIGUOS, LIBRES Y ACEPTDOS
MASONES DE SINALOA”
La Francmasonería es una asociación que tiene por objeto coadyuvar a la evolución del hombre, en su marcha ascendente hacia la perfección, constituye una escuela de enseñanza mutua, cuyo programa se encierra en los siguientes lemas:
Obedecer las leyes del país
Vivir con honra
Practicar la justicia
Amar a sus semejantes
Trabajar constantemente por la felicidad de la humanidad
La Francmasonería considera el trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre, por tanto, honra al trabajo manual, lo mismo que el intelectual.
Sus adeptos constituyen una sola ENTIDAD UNIVERSAL, aún cuando por razones de organización, se divide en familia, por territorios y nacionalidades.
Inalterables principios de solidaridad masónica son los de TOLERANCIA Y RESPETO A TODAS LAS IDEAS. Admite en su seno a individuos de las diversas razas y creencias y considera a las religiones, las costumbres, los sistemas filosóficos y los credos políticos como representación o forma de desarrollo en la amplia visión del progreso humano, la cual señala su orientación en el porvenir.
La Francmasonería ejerce su acción principalmente en las reuniones que celebran, con objeto de difundir aquellos conocimientos que pueden llevar al hombre hacia una mejor existencia por la senda de la mayor justicia.
Acatando respetables condiciones, la Francmasonería trabaja con arreglo al símbolo ritual cuando es compatible con los adelantos de la época.
La Gran logia de Antiguos, Libres y Aceptados Masones de Sinaloa es soberana dentro de su territorio jurisdiccional legalmente adquirido, admitiendo no obstante, las disposiciones de los Convenios que celebran periódicamente las Grandes Potencia Masónicas reconocidas.
La institución es una e indivisible y comunica sus enseñanzas en tres grados: Aprendiz, Compañero y Maestro.
Emplea señales, tocamientos y palabras secretas para reconocer a sus asociados, y juramentos que dan el carácter de Masón. Su espíritu, sus medios de reconocimiento y la leyenda del tercer grado has sido son y serán inalterables.
La Francmasonería, que significa un grado de perfección en quien la profesa, pide que el hombre sea ILUSTRADO, MORAL YLIBRE.
ILUSTRADO, para que pueda, sin necesidad de consejeros y tutores, y por tanto, por sí mismo, distinguir entre la verdad y el error y esté en aptitud de concurrir eficazmente a la obra del progreso.
MORAL, para que comprendiendo también lo que es MAL y lo que es BIEN, cumpla por su propio impulso el fin de la vida: QUE CONSISTE EN REALIZAR EL BIEN, que es algo más que NO OBRAR MAL, y poder así lograr la felicidad humana sólo asequible para quien tiene conciencia de haber cumplido sus deberes.
LIBRE, porque sin libertad no hay responsabilidad, condición la más hermosa de la vida, ni dignidad personal, ni medio ni manera de afirmar íntegramente la personalidad humana.
Esta afirmación declara que la Francmasonería pide la libertad política pues para ella no es tal libertad sino el reconocimiento de los derechos individuales de todos y la práctica del sufragio universal.
Estos derechos políticos, al convertir al hombre en ciudadano, afirman la dignidad y constituyen la fraternidad; principios ambos que forman la base y fundamento de la Francmasonería como parte constitutiva del dogma.
Como consecuencia de estos principios, todos los Masones son iguales, entre sí y tienen el vínculo de hermanos.
Como iguales, no caben entre los Masones sino las distinciones consiguientes a la mejor práctica de la virtud y a los servicios prestados a la Orden, y son determinadas por los distintos grados, que significa honores, preeminencias y aún prorrogativas imponiendo, no obstante, mayor número de deberes.
Como hermanos, los Masones se deben mutuo auxilio en todo orden de ideas.
Donde Exista un Masón afligido o necesitado, deben estar todos sus hermanos para consolarlo, para socorrerlo y para aconsejarlo.
Como consecuencia a esta estrecha obligación, los Masones se deben incondicionalmente a sus hermanos, y muy en especial por cuanto contribuyan a mejorar su posición, teniendo en cuenta que el progreso de uno se refleja en el de la Orden y afecta a todos.
Estos fines de la Francmasonería son UNIVERSALES, por tal motivo, los Masones de todos los pueblos constituyen una sola y misma familia.
Esta consideración, aparte de otras muchas, hará pensar que no es ni debe ser la Francmasonería un partido político, aunque por la amplitud de sus principios tenga afinidad o encierre algunos de aquellos más precisamente por esta circunstancia no está obligada, ni obliga a sus miembros a apoyar o defender determinado partido.
Esta no obstante, todo partido, sea el que fuere, que procure traducir en leyes o decretos cualquiera de los principios Masónicos, tendrá en su abono para el cumplimiento de este PARTICULAR CONCRETO, el apoyo de la Institución Masónica.
La Francmasonería pide, que el individuo y la sociedad no sean solamente antagónicos, sino términos precisos de una relación moral.
No aspira la Orden a PAN GRATUITO, pero pretende que el producto del trabajo sea proporcionado al esfuerzo así como que ambos han de ser proporcionados a la actividad individual.
Es este punto, la Francmasonería declara que aspira y labora constantemente para que la justicia sea la eterna reguladora de la vida del hombre en sus relaciones con la sociedad.
La Francmasonería abomina todo procedimiento de imposición por la fuerza e inspirada únicamente en la propaganda legal y pacífica, acata las instituciones existentes y está dispuesta a respetar cualquier otra que pudieran surgir legalmente.
La Francmasonería, sin exteriorizar su personalidad colectiva, auxiliará a aquellos de sus hermanos que pretendan realizar la encarnación de sus ideales los Masónicos en el organismo de las Leyes, o en las instituciones sociales y políticas del Estado.